El diseño está presente en todos los ámbitos de la vida; en la cotidianidad, en los espacios que se habitan y los artículos que se utilizan: en los utensilios de cocina, en los muebles, celulares, periódicos, en las apps, cuando se está en el supermercado; en el proceso de producción se requiere de diseño tanto de producto como de servicio y experiencia para que sea elegido por el consumidor.
Con la Cuarta Revolución Industrial se ha hecho cada vez más relevante el rol del diseñador, en un mundo donde premia la inmediatez y donde el acceso ha permitido la diversificación de productos que se destacan por valores como la creatividad y la innovación.
La practicidad y trasfondo de las áreas de diseño han permitido que sean una de las carreras más demandadas en el mercado laboral, dado que el diseño no se limita únicamente a lo visible sino a la funcionalidad de los productos y servicios.
Según cifras del DANE, en 2018 en el sector de la industria creativa trabajaban 539.933 personas y esta generó $28.4 billones en riquezas para el país y en 2019 una poderosa participación del PIB del 3.2%, cifras que van en aumento y confirman la respuesta positiva a las expectativas del mercado laboral frente a esta profesión.
Ello sumado al auge de la transformación digital en el país, donde miles de empresas dieron el paso al comercio electrónico y donde la estética, creatividad, acceso y experiencia cobran relevancia en consumidores cada vez más exigentes.
Según datos de Colombia Digital y BBVA, a raíz de la pandemia de la Covid-19, “la digitalización sufrió un impulso ante la necesidad de muchos negocios de cerrar sus puertas físicas y operar únicamente de manera virtual, lo que llevó a que en diciembre de 2020, la cifra de empresas que contaban con un departamento o área dedicada a las TIC se incrementara hasta alcanzar el 79% respecto al año anterior”.
Ese paso a la digitalización depende en gran parte de las acciones de los profesionales del diseño, que cuentan con habilidades en marketing, comunicación audiovisual, editorial, desarrollo web, diseño de producto, sostenibilidad, producción y post producción audiovisual, ilustración digital, diseño de experiencias, identidad corporativa, empresas de productos y servicios, empresas culturales y diseño de empaque por mencionar algunos de sus campos de acción.
Según Maria Consuelo Martínez, docente del programa de Diseño Gráfico de Areandina sede Valledupar, la industria creativa ha ido creciendo muy rápido en Colombia, lo que ha cambiado la forma de ver y de entender el comercio y su relación con la economía; para ella, esto ha generado también el interés de los jóvenes por este tipo de carreras que les permiten el desarrollo de habilidades particulares en diseño, publicidad y medios digitales.
“Hoy en día todo lo relacionado con las plataformas digitales requieren para su asertividad el trabajo estratégico desde el diseño; para generar nuevos y mejores servicios y experiencias, para la producción de contenidos multimedia que generen vinculo entre la empresa y el consumidor, para la creación de canales digitales que faciliten procesos de información y compra; hoy todo lo que vemos a nuestro alrededor contó con las acciones de un diseñador que trabajó en estrategias que permitieran que hoy contemos con productos innovadores”, explica la académica Martínez.
Para la docente, en países como Colombia, urge contar con profesionales que generen acciones innovadoras y creativas, donde se diseñen productos útiles, estéticos que sean comprensibles para el consumidor, y sostenibles con el medio ambiente.
