El consumo mundial de carbón marcará récord con 8.770 millones de toneladas en 2024

Según el diario Portafolio, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) anticipa que la demanda global de carbón alcanzará un récord histórico de 8.770 millones de toneladas en 2024, con un crecimiento del 1%. Este ritmo, aunque positivo, refleja una desaceleración significativa comparada con los aumentos registrados en años recientes, como el 7,7% en 2021. China, que consume aproximadamente el 30% del carbón mundial, lidera esta demanda, impulsada por la creciente electrificación de sectores tradicionalmente dependientes de otros combustibles fósiles y el auge de infraestructuras como los centros de datos. En paralelo, India, con un crecimiento proyectado del 5%, juega un papel crucial en el sostenimiento de esta alta demanda, mientras invierte en desarrollo industrial y generación eléctrica.

En contraste, países como Estados Unidos y la Unión Europea experimentarán una disminución en su consumo de carbón en 2024, aunque a un ritmo más lento que en años anteriores. Sin embargo, este descenso será compensado por un aumento significativo en naciones emergentes como India, Indonesia y Vietnam. La producción global de carbón, por su parte, está proyectada para superar los 9.000 millones de toneladas en 2025. De manera destacable, Australia se perfila como un nuevo líder en la industria, posicionándose como el cuarto mayor productor mundial para 2027, superando a gigantes como Estados Unidos y Rusia en la generación de este recurso estratégico.

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Este panorama pone de manifiesto los retos y las contradicciones del panorama energético global. Mientras algunos países avanzan hacia una transición energética y un mayor uso de fuentes renovables, otros continúan dependiendo del carbón para sostener sus economías en crecimiento. Esta dualidad plantea interrogantes sobre la capacidad global de cumplir con los objetivos de reducción de emisiones y lucha contra el cambio climático, especialmente en un contexto donde la electrificación de sectores industriales eleva la demanda de energía de manera acelerada.

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Además, el crecimiento en la producción y consumo de carbón tiene implicaciones sociales y medioambientales significativas. Las comunidades cercanas a los grandes proyectos mineros enfrentan desafíos relacionados con la contaminación del aire, el agua y la degradación del suelo, mientras que los trabajadores del sector buscan garantías laborales en un contexto de cambios tecnológicos. Este equilibrio entre el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental seguirá siendo un tema clave en las agendas de los principales productores y consumidores de carbón a nivel mundial.