Por: Ferley Henao Ospina
Doctor Gaviria:
Estupefacto leí la respuesta que se dio en La Silla Vacía, utilizando un periodista de aquellos que se prestan para este tipo de cosas, sobre la difusión en redes del artículo que usted publicó el 15 de abril de 2012 con su propia marca bien destacada: ALEJANDRO GAVIRIA.
El título en La Silla Vacía: “Gaviria sí escribió contra los adultos mayores pero era una sátira” (como ño, decía mi abuelita) ¿Cómo pueden ustedes explicar que ese contenido es una sátira? Periodísticamente es una ofensa al ciudadano lector, es el cinismo que llegó ya a niveles tan altos que hay quienes escriben con la convicción de que los ciudadanos colombianos somos unos solemnes tontos.
Este es el enlace literal de su publicación, Doctor Gaviria: http://agaviria.co/2012/04/por-razones-fortuitas-probablemente-un.html y ésta es la imagen de la explicación en «La Silla Vacía», dejemos que los lectores lean y juzguen cuál es la verdad.
Le decía que es una ofensa al ciudadano ese título de corte cantinflesco que emplearon en “La Silla Vacía” para hacer creer que usted no publicó, pero que sí publicó, lo que publicó, parece más una expresión del chavo, algo así como: “Yo no dije lo que dije y es una infamia que publiquen lo que dije diciendo que yo lo dije” y termina aceptando que sí lo publicó pero con otras intenciones. En derecho penal, por ejemplo, eso no vale: “yo no lo quise herir, pero lo herí y se murió” no le excluye de responsabilidad.
Por otro lado, la introducción con la que usted presenta esa nota tampoco le excluye de responsabilidad. Emplear el formato de la fábula para presentar un argumento, no solo usted lo ha usado, lo emplea mucha gente, pero lo que sí hay que dejar perfectamente claro es que el responsable de todo el contenido es usted.
La fábula, es una composición literaria narrativa que tiene una intención didáctica de carácter ético con el propósito de censurar comportamientos incorrectos y tiene siempre una moraleja, enseñanza moral para que esas actitudes sean corregidas. Aquí lo que tiene que ser corregido es absolutamente todo el contenido de ese texto que se destapa de la manera más cruel y perversa contra los adultos mayores a quienes, después de que ya dieron todo de sí, intelectual y materialmente, entonces a esta sociedad no les interesan para nada. Ya son desechables y despreciables. ¡Qué horror! Y eso que usted, Doctor Gaviria cada día también se acerca más a convertirse en: «la principal amenaza para la sostenibilidad fiscal» (1)… «con consecuencias fiscales desastrosas» (1) . Usted que también pertenece a «la generación que causó la crisis tendrá que asumir el costo de su resolución» (1) . Adicione que si usted estuviera sufriendo cáncer, ¿Qué tal si se aplicaran los mismos términos empleados por usted? «Medicamentos oncológicos muy costosos, que en promedio, apenas prolongan la vida de los enfermos de cáncer por unos pocos años, debieran excluirse de manera definitiva» (1) . Aplica también para usted, en el camino que está transitando, hacia los 80 años: «Las personas de, digamos, ochenta o más años deberían vivir por su cuenta y riesgo» (1) .
En lugar de orientar para que se diga que usted no lo publicó pero, que si lo publicó, debería brindar una entrevista en la que diga que usted está muy arrepentido de haberlo publicado y excusarse públicamente.
Esta es su introducción. Doctor Gaviria (literal): “Por razones fortuitas, –probablemente un funcionario de una organización multilateral lo dejó olvidado en la sala de espera de un aeropuerto colombiano –, tuve acceso a un memorando confidencial que plantea algunas propuestas sobre cómo resolver la crisis fiscal del primer mundo. Transcribo el documento de manera casi literal. Sólo me he tomado algunas libertades con la traducción”.
Aunque nadie cree esta fábula tan reforzada, suponiendo que sí hubiese sucedido así: un ciudadano del alto mundo que ya sonaba para Ministro de Salud, con todas las prevenciones que se tienen a esos niveles, llega al aeropuerto, un hada madrina coloca un paquetito, precisamente ahí junto a su silla en la sala de espera y él, sin ningún temor ni escrúpulo, lo va abriendo, lo adopta como suyo y publica su contenido.
Aún si fuera cierta la fábula, todo lo que uno publica es porque está totalmente de acuerdo con ello. Es decir comulga con ese pensamiento. A nadie se le ocurriría encontrarse un papel en la calle que diga: “maten” y se pone a matar, o un papel que sugiera una subversión del orden y la va publicando en su Facebook como si el papel hubiese sido suyo.
No, Doctor Gaviria, rectifique y explique de manera creíble este asunto. O como dirían mis abuelos: Doctor, cuénteme una de vaqueros.
Nos queda la inquietud, si estos periodistas de «La Silla Vacía» asistieron a la academia a aprender a ejercer un oficio tan noble como el periodismo o por el contrario a ejercer el servilismo en toda su expresión.
Cordial saludo,
Ferley Henao Ospina
ferleyhenao@gmail.com
Cédula 10.064.634
(1) Estas frases fueron tomadas textualmente de la publicación de Alejandro Gaviria del 15 de Abril de 2012.