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¿Qué es y cómo se hace una auditoria de RSE?

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Hoy en día, para la comunidad y consumidores es imprescindible saber en qué empresas pueden confiar; sin embargo, es complicado saber esto si existe falta de transparencia en las mismas. Por lo que una manera de generar confianza en las partes interesadas es por medio de una auditoría de RSE, la cual puede ayudar a las compañías a mejorar la calidad en sus procesos y su rentabilidad.

Y, la mejora continua es fundamental para mantenerse a flote en el mercado mundial, sobre todo por el cambio de preferencias entre la juventud debido a las crisis sociales y climáticas que vivimos hoy en día. Por ello, te contamos de qué va este procedimiento y cómo puedes implementarlo para ser una empresa socialmente responsable que se mantenga en el liderazgo de la industria.

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¿Qué es una auditoría en RSE?

Una auditoría en RSE es un proceso de evaluación en el que se analiza de manera objetiva y minuciosa a una organización. Esto tiene como finalidad conocer a fondo las características específicas de su gobierno corporativo, así como sus fortalezas y debilidades en cuanto a factores sociales y ambientales.

De esta manera, se puede medir el desempeño de los objetivos establecidos por la misma compañía y corroborar la pertinencia de su toma de decisiones y políticas internas. Asimismo, se comprueba si la misión, la visión y los valores están alineados con la ética empresarial y la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que busca minimizar los impactos negativos y maximizar los positivos.

Y, para realizar este proceso, se requiere de un profesional en el área para que funja como auditor externo o interno, según sea el caso. Este experto deberá seguir criterios de observación y medición previamente establecidos para analizar el rendimiento de la empresa en áreas generales como:

  • Clima laboral.
  • Medidas de seguridad.
  • Impacto ambiental.
  • Uso de recursos naturales.
  • Participación en la solución de problemas sociales.

Aunque el proceso puede ser realizado por un auditor interno, se recomienda siempre contar con un consultor externo a fin de reducir al mínimo los sesgos potenciales. Puesto que puede aportar mayor credibilidad al proceso de evaluación, lo que es esencial si la compañía pretende adoptar un compromiso profundo con la transparencia.

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¿Para qué sirve una auditoría?

Realizar una auditoría en RSE, principalmente, contribuye a identificar áreas de oportunidad en la estrategia de sustentabilidad incorporada. Esos hallazgos pueden convertirse en la base para realizar cambios que incrementen el impacto positivo de la empresa, resultando no solo en un incremento de la rentabilidad, sino también en un mejoramiento del entorno y las condiciones de vida de las comunidades donde opera la empresa.

Además, una vez que la auditoría esté completa, sus resultados pueden ser distribuidos tanto a nivel interno como externo, plasmándolos en reportes de sustentabilidad, RSE y ESG —que abarcan aspectos ambientales, sociales y de gobernanza—. A través de estos documentos, la compañía puede posicionarse como líderes en el área y reafirmar la relación de confianza  con las partes interesadas.

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Esto se debe a que realizar una evaluación periódica permite reducir riesgos ambientales, financieros y sociales, lo cual es de especial interés para los inversionistas. Asimismo, conocer el papel de la empresa en el panorama industrial y los intereses del público, puede permitir el desarrollo de nuevos productos y servicios que satisfagan las necesidades globales. Y, del mismo modo, ayuda a crear nuevas acciones de marketing y alianzas con organizaciones de la sociedad civil.

¿Cómo se hace una auditoría?

Aunque todavía no hay una normatividad específica que indique cuáles son los pasos a seguir para realizar este tipo de evaluación, podemos establecer un proceso general para realizarla. De igual manera, las preguntas y parámetros de la auditoría en RSE pueden variar en función de las necesidades de comunicación de resultados de cada organización.

1. Planeación

Lo primero que se debe establecer para hacer una auditoría en RSE es el cronograma, ya que tanto la organización como el auditor o el equipo de auditores deben conocer los plazos para realizar cada parte del proceso. Asimismo se deben designar responsables, por ejemplo, de observación, guía y recopilación de datos para hacer más eficiente la evaluación.

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Además, se deberán consultar los estándares internacionales para determinar los parámetros y criterios de evaluación, así como revisar las auditorías anteriores, si las hubiese, y definir los objetivos que se buscan con este nuevo proceso. Y, a partir de ello, se tendrá que capacitar a los auditores, en su caso, para que todos sigan la misma línea de acción.

2. Ejecución

Durante la fase de ejecución, es imprescindible el involucramiento del equipo, sobre todo de la alta dirección, ya que los resultados podrían verse sesgados sin su compromiso. Por lo que la empresa, desde todas sus áreas, debe participar activamente en las evaluaciones para permitir un análisis completo.

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De esta manera, la recopilación y verificación de información se puede hacer de forma más fluida, tanto en los registros documentales como en la observación de las operaciones diarias. Además, se pueden realizar entrevistas para conocer la perspectiva de los colaboradores de distintos niveles para corroborar la información proporcionada por la empresa.

3. Resultados

El siguiente paso a seguir en una auditoría en RSE es el vaciado de información para analizar todos los datos recopilados. Esto posibilita identificar no conformidades, es decir, “problemas individuales, derivados de una diferencia entre los resultados y compromisos adquiridos”.

Todos estos hallazgos se deben incluir durante la elaboración del informe que se presentará ante la junta directiva, o ante el público objetivo del estudio de la compañía. Puesto que es deber del auditor o del equipo de auditores presentar información objetiva basada en pruebas documentadas y detalladas.

4. Seguimiento

Una vez terminada la auditoría en RSE se debe realizar la presentación del informe para que, en primera instancia, la compañía conozca sus puntos fuertes y débiles. Esto reconociendo las buenas prácticas y destacando el esfuerzo colectivo del equipo de trabajo para impactar positivamente en el medio ambiente y en la sociedad.

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Y, en caso de encontrar incumplimientos a las normas, los estándares o la legislación actual, es deber de la empresa establecer medidas correctivas, preventivas o de mejora para evitar una nueva evaluación negativa.

Hay que recordar que realizar este tipo de evaluaciones es un ciclo continuo, es decir, para dar un seguimiento efectivo a las nuevas iniciativas y procesos que puedan surgir de una auditoría en RSE, se deberá iniciar otra en una fecha posterior. Puesto que una empresa comprometida con la responsabilidad social, debe mantenerse a la vanguardia de las necesidades globales que están en constante cambio.

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