Jhenifer Mojica, ministra de Agricultura, dijo que uno de los mayores retos de la compra pública es que los productores transformen los alimentos
La ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, estuvo presente en la socialización de los resultados del estado de inseguridad alimentaria en Colombia para 2022, donde aseguró que es una preocupación nacional y que la Agencia de Desarrollo Rural debe ser reformada para que se convierta en un Idema 2.0.
«La situación de La Guajira es bastante grave, como en toda Colombia. Este país no ha hecho conciencia de la situación de inseguridad en la que estamos, 54% de las familias están en esa condición, así como todas las principales ciudades de Colombia y se acentúa dependiendo de distintos factores, si son hogares rurales es peor, si son de jefatura femenina también, si son pueblos indígenas o afro peor»
La jefa de la cartera dijo que es una minoría la población en Colombia que hoy tiene garantizada su seguridad alimentaria. «En un país que tiene todo para proveerse de alimentos tiene que cuestionarnos nuestro modelo de desarrollo, es parte de la agenda».
También dijo que los problemas de seguridad tienen que ver con la producción de alimentos, su disposición y la capacidad adquisitiva para comprarlos «en una situación de crisis económica como la que tenemos acentuada producto de la pandemia, y en ese contexto lo primero que se reduce es lo que come en calidad y calidad».
«Hacer una política de seguridad alimentaria enfocada en mayor competitividad de la agricultura es ceguera frente a la problemática que tenemos, debemos seguir trabajando en competitividad, este Gobierno apuesta por una agricultura familiar, campesina, comunitaria y popular que es del a que dependen los alimentos que comemos», agregó.
Mojica aseguró que el desafío de logística es lograr que los alimentos lleguen en esquemas de comercio que son diferentes a los que hoy tenemos, «pero que tampoco puede ser totalmente regulado porque tendría unos efectos no esperados que pudieran decantar en una mayor inflación y dar resultados».
«Esos son los esquemas de comercio cortos de comercialización, compras públicas, de volver a reestructurar la Agencia de Desarrollo Rural para que se vuelva un Idema 2.0, que compre directamente a los productores agropecuarios y puede acercar un poco más a los consumidores de comprar públicas institucionales», agregó.
También dijo que Colombia tiene todo el potencial para producir los alimentos que necesita para dar seguridad alimentaria a la nación, «salvo unos retos que tenemos en temas de maíz, soya, del resto somos autosuficientes, porque tenemos una variedad en todo tipo de alimentos».
La jefa de la cartera insistió en que tienen un reto sobre las compras y de la necesidad de establecer un nuevo Idema, para capturar los excedentes y poderlos redistribuir, dar una especie de balance.
Lo que se viene con El Niño
Respecto al fenómeno de El Niño dijo que el desafío climático siempre ha estado, «tuvimos fenómenos de sequías e inundaciones y tenemos una serie de retos. La diferencia es que ahora lo medimos, tenemos mejor información y frente al cambio climático, que empeora cada año, tendríamos que tener una forma de anticiparnos».
«Frente a El Niño queremos invertir en capacidades de riego, soluciones microprediales, veredales o sectoriales, según cadenas productivas. Hemos generado capacidades de inversión o financiación a tasas subsidiadas, en las que con Finagro incluimos bastante recursos de adición presupuestal dijo.
Explicó que El Niño viene moderado, no se anticipa que sea fuerte, «pero igual nos tenemos que preparar para los peores escenarios, no va a golpear a todo el país, pero si en la Costa Caribe y afectará ganadería, cereales y cultivo de ciclo corto, donde hay unas medidas más específicas que estamos promoviendo a partir de las entidades del sector, puede ser largo, tenemos que hacer uso de las soluciones de largo plazo que de mayor capacidad a los productores».
La transformación de los productos
«El ejercicio de la transformación son discusiones que tenemos con los arroceros, que tenemos que dar de cara de generar una política de riego y de adaptabilidad al cambio climático. Todo lo que nosotros invirtamos debe ser bajo la óptica baja en carbono, que se adapte cada vez más al clima», agregó.
Mojica dijo que no se quedarán en medidas de contingencia de repartir recursos o subsidios sino de anticiparse y de generar unas capacidades productivas, «esto implica que los agricultores asuman el reto de cambiar su prácticas, de hacer una planificación, de mejorar la visibilidad de las estadísticas de información».
Finalmente, dijo que desde el Gobierno están trabajando en temas de aseguramiento de cosecha para mitigar los daños de los productores, «por eso tenemos que avanzar rápidamente a propósito de la declaratoria de emergencia de La Guajira, donde tenemos que avanzar en los temas de compras públicas y almacenamiento».
AGRONEGOCIO
