El agro estará ante una oportunidad mayúscula en 2022.
Aparte de ser crucial por las elecciones, 2022 será crucial para acentuar la recuperación económica del país. De hecho, el Banco Mundial dice que el próximo año Colombia tiraría del carro y, entre las principales economías de América Latina, sería la que más crezca, con un 4,2 %.
Las proyecciones están al orden del día. De hecho, Sectorial, portal económico, financiero y empresarial también lanzó las suyas a través de un informe sobre los sectores a los que mejor y peor les iría el próximo año, con base en el análisis de inversionistas.
El de mejores perspectivas es el pecuario. Su argumento es la superlativa dinámica que están teniendo las exportaciones de carne, que en 2020 se duplicaron y en 2021, con corte a agosto, ya superaron el balance del año anterior al alcanzar 35.146 toneladas por un valor de US$148,6 millones.
Adicional, la firma anota que se espera que el sector agropecuario crezca 4,2 % este año y 3,1 % el próximo, gracias a que los cultivos no tradicionales seguirían al alza estimulados por las mayores exportaciones de aguacate Hass, frambuesas, zarzamoras, arándanos y las hierbas aromáticas.
Ahora bien, las apuestas también son generosas con el negocio del cannabis. Recuerda Sectorial que según Procolombia las ventas al exterior de extracto de cannabis medicinal podrían alcanzar US$1.733 millones a 2030, ubicándose segundas en las exportaciones no mineras. Y adiciona que es un segmento en el que hay todo por hacer, pues a nivel global movería US$64.000 millones a 2024.
Entre tanto, en tercer lugar se refiere a las energías renovables. “Se espera que con la puesta en marcha de iniciativas eólicas y solares de gran escala el país reciba inversiones por más de $11 billones entre 2021 y 2023”, recuerda la firma y añade que hay indicadores interesantes como que Colombia se ubicó en la casilla 25 en el mundo en el Índice de Transición Energética 2020.
Piedras en el camino
Durante el primer semestre de este año la Inversión Extranjera Directa (IED) en el país acumuló US$4.576 millones, un retroceso de 0,6 % frente a igual periodo de 2020, cuando reflejó US$4.604 millones.
Según Julián Domínguez, presidente de Confecámaras, esas cifras podrían afectarse porque las elecciones 2022 generan incertidumbre en inversionistas, quienes esperan mensajes de los aspirantes a la presidencia respecto a las garantías de la libre empresa. De hecho, ese rubro se ha ralentizado en los últimos meses, asegura el líder gremial, y la tendencia continuará hasta que el país escoja a su nuevo líder.
Y aunque esa dinámica será el palo en la rueda para el grueso de sectores económicos, hay ramos para los que el 2022 pinta el doble de difícil por un conjunto de factores que desestimularían la inversión.
Es el caso de la marroquinería, sobre la cual el estudio de Sectorial afirma que, de un lado tiene una balanza históricamente deficitaria y, de otro, debe luchar contra el contrabando y la informalidad laboral. “A junio de este año, el sector de calzado y polainas ocupó el sexto lugar en el total de aprehensiones de mercancías ilegales del país, con una participación de 16,3 % en cantidad y 4,4 % en el valor”, recuerda.
Otro renglón para el que anticipa un 2022 difícil es el del carbón. Esto, porque aun cuando el país es el tercer exportador de carbón coque y metalúrgico en el mundo, el margen de maniobra cada vez es menor debido a que el mundo irá acelerando su proceso de descarbonización a medida que se acerque 2030, año para el que Colombia espera reducir un 51 % sus emisiones de Co2.
Por su parte, la educación superior privada tiene un 2022 desafiante. La explicación es la incertidumbre de que los hogares, todavía con ingresos rezagados por la pandemia, puedan cubrir las matrículas. “El 60,3 % de los estudiantes piensa que no podría culminar sus estudios de educación superior por temas económicos”, reseña Sectorial.
De esta manera se empieza a dibujar el panorama económico de 2022, para el que se espera que la economía esté apalancada por el consumo de servicios –más que el de bienes– y que las exportaciones crezcan por encima de las importaciones, “pero las últimas seguirán siendo mayores a las primeras en el mediano plazo”, según vaticina BBVA Research.
